martes, 28 de septiembre de 2010

¡MIRÁ QUÉ SIMPLE!


“Ni te borro, ni te bloqueo, te dejo allí ¡para que veas lo feliz que soy! “

A partir de esta frase es que se me disparó la gallareta y arranqué. ¿Cuántas veces escuchamos algunas de estas frases?: -ahora que nos peleamos lo borro y lo bloqueo, -mirá que descarado, ahora me viene a pedir como contacto!!, -cómo se hace para poder leer sus mensajes sin que se dé cuenta?, -la bruja de la hermana me sigue posteando como si nada, debe ser para chusmearle a ese caradura lo que hago!, y la lista sigue...

Ya es bastante difícil procesar una separación como para que encima nos enrosquemos con el “cibermundo”. Porque hoy en día no sólo tenemos como contacto a ese individuo “con derecho a roce”, en muchas ocasiones, cuando llevamos cierto tiempo de relación, ya se sumaron amistades, familiares, y/o desconocidos que fueron sugeridos por el individuo en cuestión (ahora convertido en innombrable).

Pues bien, cuando se produce la implosión/explosión/hecatombe/catástrofe de la ruptura y nos empezamos a reacomodar, caemos en la cuenta de este pequeño detalle. Es en este momento cuando ese torbellino de preguntas comienzan a sucederse sin parar, y a veces con la ayuda de alguna amiga que puede sumar angustia y desorientación en un momento tan propicio es cuando necesitamos que alguien con la garra necesaria (nosotras mismas sería lo ideal) presione la tecla STOP y seguidamente BE YOURSELF!.

Por todo esto, mis queridas Cenicientas, es que les obsequio la frase que hoy me inspiró, para que el “borrón y cuenta nueva” sea realmente saludable y positivo. No hay necesidad de cuestionarse nada....demuéstrense a sí mismas que pueden ser felices sin “aditamentos molestos o innecesarios”, que la vida es una y hay que disfrutarla, y por sobre todo: si todavía “él” sigue viendo lo bien que nos va en la vida, que también vea lo que se perdió, ¿o no?

¿Alguna vez estuvieron en una situación como ésta?¿Qué hicieron? ¿Les hubiera servido esta “nueva máxima”? El debate queda abierto...

miércoles, 1 de septiembre de 2010

CRÓNICA MASCULINA (invitado)


"A LAS MINAS TRATALAS ASÍ"

El tipo tenía más pelos en las orejas que en la cabeza. El cuello, como el de un toro. Su garganta olía a caña quemada.
-A las minas hay que tratarlas así. Lo digo yo, que sé un montón. ¡Salud!- dijo con voz de motor diesel, y vació el vaso-. ¡Otra!
-¡Vamos, todavía! Chuleta viejo y peludo –dijo el cantinero-. Cuando tenés razón, tenés razón. Si a las minas no les das un viaje de vez en cuando, se te van con otro. Esta la invito yo.
Chuleta (al tipo le dicen Chuleta) agradeció el trago moviendo la cabeza.
-¿Y vos qué mirás flaco? Se dirigió a mi. Yo había entrado en el boliche para hacer tiempo. Faltaban 15 minutos y salía el tren. Quise esconder las flores. Era tarde.
-Mirá Jacinto –dijo-. El flaco lleva flores. Noooo, pibe. Eso es gilada. La cosa es así: si las tratás bien, se te hacen las difíciles y se van con uno que les falta el respeto. Como yo, que hice cornudos a varios. Hacele caso al que sabe.
Busqué una frase, una que sirviera para callar a Chuleta, que seguía:
-El otro día me levanté a una piba… No sabés lo que era. La ves y decís: ésta no le da bola a nadie… Pero el que sabe, sabe…
Encontré la frase:
-¡Las flores son para la vieja! –casi grité. Chuleta me miró con respeto y brindó a mi salud.

por R.S.