sábado, 3 de septiembre de 2011

CON S DE SECRETARIA


4 de septiembre, Día de la Secretaria…
Quienes tienen secretaria y/o asistente generalmente lo recuerdan, quienes no tienen una y quieren justificarse por el olvido de saludar a alguna conocida dirán que como ellos no tienen… En fin, como digo yo: “secretarias no son todas”. ¿A qué me refiero? Es simple, hay quienes tienen ese lugar por casualidad, alternativa, “recompensa”, etc. y realmente les dá lo mismo estar en sitio que desempañarse en cualquier otro. Y están quienes han llegado por alguno de estos motivos o bien por elección propia, pero en el camino y dentro de sus posibilidades se han capacitado y preocupado por estar a la altura de las circunstancias. Para ellas ¡FELIZ DÍA DE LA SECRETARIA!
Para quienes no hay mejor recompensa que la excelencia en los resultados; para quienes no se quedan en el intento; para quienes saben del verdadero y único significado de las palabras compromiso, confidencialidad, respeto, esfuerzo, lealtad; para quienes tuvieron que actualizarse a la par de la tecnología y desarrollar la capacidad, hoy excluyente, para el “multitasking” , “networking”, “outsoursing”; para aquellas que hacen magia y son capaces de encontrar en un minuto la estadística del crecimiento del PBI de Mozambique entre 1994 y 1998; para quienes merecen el sillón de su jefe aunque él crea que es invencible; para quienes tienen hijos propios en casa, y “otros” en la oficina; para quienes están a punto de quedarse sorda por el tono de voz de su jefe, o desean tener al menos cuatro oídos, ya que difícilmente el entorno nota que con dos oídos sólo se puede atender el teléfono y escuchar la indicación de una persona presente; para aquellas que ponen su mejor esfuerzo y todos los días atienden a todos con la misma dedicación, paciencia, amablemente, más allá de las dificultades a veces extremas que saben las esperan en casa.
Para todas ellas el mayor de los respetos, todo mi afecto y comprensión, y el aliento para seguir en este solitario pero en ocasiones, reconfortante camino.
Gracias por el buen trato, por la sonrisa no fingida, por la atención dedicada, y por la vocación (en muchas profesiones ya perdida).