viernes, 21 de noviembre de 2008

"¿Son o Se Hacen?"



(Sábado por la tarde. En la mesa de un bar tres jóvenes treintañeras charlaban animadamente, café y gaseosas de por medio ajenas a lo que sucedía a su alrededor...)

Durante largas horas estuvimos con mis amigas tratando de armar algún patrón que nos ayude a entender la conducta tan impredecible de los hombres “disponibles” que aún quedan. Coincidimos en que no es un tema de edad, de estado civil, si tiene hijos o no, que no es determinante su nivel académico, nivel económico, etc., etc.

Las anécdotas se sucedían en busca de una señal que nos revelara ¿Qué buscan en una mujer los hombres de hoy? ¿Independencia?, ¿Compromiso?, ¿Sexo?, ¿Exclusividad?, ¿¿¿¡¡ UN MIX DE TODO!!??? ¿¿¿¡¡NADA DE ESO!!??? Por supuesto que los sentimientos los habíamos descartado desde el principio, ya que a esta altura de nuestras vidas tenemos totalmente asumido que para ellos es un tema secundario... es más, podríamos decir que es casi exclusivo de las mujeres.

Nos despedimos en la vereda y cada una se encaminó para seguir con sus compromisos. Me sentía extrañamente bien... había comprobado que no era “yo” el motivo de esos encuentros vacíos y predecibles; que en realidad hay cientos, y por qué no, miles como nosotras.

Entonces decidí caminar y seguir desenmarañando esa difícil telaraña que es entender algunas actitudes de los hombres. ¿Les gustará realmente las mujeres “difíciles”?, ¿Los ahuyentará que una mujer a esta altura de su vida, se sienta cómoda y feliz en lugar de desesperada y frustrada?, ¿Por qué extraña razón al final de la primera cita no son capaces de decir “lo pasé muy bien, nos mantenemos en contacto, suerte!” y prefieren propiciarnos una sarta de “gestos románticos” durante la velada mientras nos cuentan lo solos que se sienten y su necesidad de tener una pareja?, ¿Y cuando recitan eso de “para tener sólo cama con alguien, voy directo y pago”?, ¿¿¿¡¡¡Realmente piensan que nosotras no nos damos cuenta!!!????

Por ahora me quedo con la satisfacción de haber respondido con mi mejor sonrisa de “Gioconda” en el momento de escuchar alguna de esas frases.

Finalmente debo reconocer que a veces pienso en los hombres como crucigramas: son difíciles, complicados, y una nunca está segura si la respuesta es correcta hasta que finaliza...

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