jueves, 18 de marzo de 2010

HACER LA DIFERENCIA



El distraído tropezó con ella.

El violento la utilizó como proyectil.

El emprendedor construyó con ella.

El campesino, cansado, la utilizó de asiento.

Para los niños fue un juguete.

Drummond la poetizó.

David mató la Goliat.

Y Miguel Ángel le sacó la más bella escultura.

En todos estos casos, la diferencia no estuvo en la piedra,
sino en el hombre.

No existe piedra en tu camino que no puedas aprovechar
para tu propio crecimiento.

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